Ayer fue el Día de la Tierra, pero el día de nuestro planeta es todos los días.
En un mundo donde la producción rápida y masiva parece ser la norma, en mi marca de joyería me enorgullece seguir un camino diferente. Entiendo que la protección de nuestro planeta es una tarea diaria y constante, y por eso, quiero compartir contigo el compromiso que tengo con la sustentabilidad y el cuidado del medio ambiente en cada paso de mi proceso de producción.
Cada pieza que creo es una manifestación de este compromiso. Desde el diseño hasta el empaque, cada decisión está guiada por mi profundo respeto por nuestro planeta y sus recursos. En lugar de contribuir al ciclo de producción insostenible, me esfuerzo por hacer mi parte para minimizar mi impacto ambiental y promover prácticas éticas en la industria de la joyería.
Una de las formas en que lo hago es utilizando exclusivamente materiales reciclados y eco resinas con un 75% de contenido biológico. Opto por procesos menos tóxicos, como el uso de alumbre diluido en lugar de ácido sulfúrico para decapar la plata. Esta elección no solo garantiza mi seguridad, elimina la producción de desechos tóxicos, y así, reduce significativamente mi huella de carbono y contribuye a la conservación de los recursos naturales. Además, apuesto por el uso de productos e insumos locales, a la vez apoyando a pequeños negocios siempre que sea posible. Esto beneficia a la economía local y contribuye a la reducción de emisiones de carbono.
Pero mi compromiso va más allá de los materiales y procesos. También me preocupo por el impacto de mis embalajes. Utilizo contenedores artesanales de fibras naturales o plástico reciclado realizados por manos expertas de indígenas oaxaqueños, así como cajas de cartón reciclado. Esto no solo apoya a comunidades locales, sino que también reduce el desperdicio y promueve la reutilización de materiales.
Mi enfoque de producción es a pequeña escala, siguiendo los preceptos del slow fashion y del slow jewelry. Cada pieza se hace de manera lenta, ética y responsable. Minimizo el uso de insumos no indispensables, como ceras de pulir, baños y chapas de metales que me parecen un desperdicio dada su corta vida útil. Creo que la belleza y la calidad de mis joyas no dependen de la velocidad y masividad de producción, sino del cuidado y la atención que pongo en cada detalle.
Mi compromiso con la sostenibilidad ha crecido con el tiempo, a medida que he sido más consciente del poco cuidado que existe en la producción de joyería en mi país. Pero no me conformo con simplemente lamentarme por esta situación. En cambio, espero poner mi granito de arena para incidir en la práctica de emprendimiento y producción sostenible en la industria de la joyería.
Sé que en México es prácticamente imposible conseguir piedras, oro o plata certificados de minería responsable, o incluso certificados de reciclaje de metal. Pero eso no me detiene. Sigo buscando alternativas y apoyando a pequeños proveedores locales que comparten mi compromiso con la sostenibilidad. Creo que juntos podemos hacer la diferencia y contribuir a un futuro más sostenible para todos.
Por último, si algún joyero me lee, me gustaría recomendarle el libro "Eco Jewelry Handbook" de Christine Dhein. Aunque pocos de los insumos están disponibles en México, seguramente será material de ayuda para quien pueda adquirirlos. Estoy convencida de que compartir conocimiento y recursos es fundamental para avanzar hacia un mundo más sustentable y ético en la industria de la joyería.
Gracias por ser parte de mi comunidad y por apoyar mi compromiso con la sostenibilidad en la joyería. Juntas podemos hacer la diferencia.
¡Felíz Día Tierra, hoy y siempre!
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